jueves, 20 de marzo de 2008

RANDOM THINKING


Cuatro a.m., noche invernal e insomne:


A su modo, en pleno auge entusiasta, todos, exhibiéndose en la fiesta, interpretan un ritual vernáculo (unas insinuando su erotismo erógeno, otros su garbo heterosexual) intoxicación, de por medio, bienvenida la despersonalización primaria de los instintos mas básicos (reír, abrazarse, la necesidad de comunicarnos ,bailar al compas del entusiasmo) si se expresa creativamente, según la impostación de una inspiración transgresora (la irreverencia es la mimada de la libertad)


Cuatro a.m., la noche arde a pura distención y espontaneidad, harta diversión e intoxicación de por medio con destiladas maltas escocesas.


Ociosidad, extravagancia, glamour e histrionismo…


Somos una civilización escindida, ¿qué más da? También somos una confesa especie selectiva y esto no significa que seamos pésimos improvisadores de vínculos… (se ne intende ¿no?)


La sonoridad solo incita a fluir…fluir…fluir…


La intensidad de las vibraciones ameritan el desenfreno hormonal: adrenalina, serotonina, bilirrubina, y endorfinas son un combo que incluye una dosis de fetichismo pragmático y otra de hedonismo existencial.


Roces fogosos, respiraciones candentes, miradas sensuales, calor corporal, descontrol y éxtasis. La fiesta es una sola sensación de complicidad.


El vomito es inminente, la resaca promisoria .La inercia me asquea, pero consiente de mi finitud neuronal y celular, reivindico la anestesia (ok, estoy borracho maldita sea otra vez una porción de presente continuo será irrecordable, meras reminiscencia borrosas me preservará el letargo.)

Estamos de acuerdo: la atracción nos une, pero las incompatibilidades nos separan. Es cierto, las incompatibilidades raramente nos seduzcan, y por lo general, al contrario, las repelemos por fastidiosas. Pero, cuando uno es susceptible a la atracción de las incompatibilidades, puede que este asimilando de manera intimista ciertas sugestiones, lo cual no significa que este equivocado al coquetear con la idea de abrir su cabeza a otras experiencias .Es preferible consensuar las pases con las preferencias ajenas, que comportarse como un homofóbico.


Toda afinidad (en sí aficionada y manipulable) conforme comienza a seleccionar preferencias para diferenciarse, manifestándose siempre acorde a la relatividad de sus gustos, comprende que su confianza en aquello que lo seduce implica así mismo adaptarse a lo que no lo satisface: no ignorándolo, sino mas bien convalidándolo sin prejuicios de por medio. De todas formas aceptar y asimilar solo lo que nos seduce pero desestimando las preferencias ajenas: ignorándolas por incompatibilidades con nuestra confianza, es igual a asumir una actitud superficial para con la sensibilidad del otro.


Corolario: aceptar lo diferente demanda ante todo reconciliarse con la propia desconfianza.

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