martes, 2 de octubre de 2007

CROQUIS DE ANÉCDOTAS 3

IMPROVISACIONES DE UN PARANOICO

Cada vez que se sentía acuático le antojaba jugar una partida de ajedrez.
Cada vez que olvidaba apagar la luz del baño le suscitaba el placer de releer a Macedonio.
Cada vez que miraba una hoja en blanco se imaginaba buceando.
Cada vez que utilizaba un serrucho canalizaba su virginidad.
Cada vez que se desvestía sumergía su impermeabilidad en la luz.
Cada vez que se embadurnaba de fiaca bostezaba como un hipopótamo.
Cada vez que reivindicaba su tedio fumaba un cigarrillo en honor a Copérnico.
Cada vez que se ataba los cordones asumías su vulnerabilidad.
Cada vez que subía una escalera encontraba poemas desparramados en el aire.
Cada vez que pensaba en su enajenación se sentía acuático.


Incondicional, percatándome de lo perfecto:
asediado por las tenues transgresiones del silencio
y el ameno privilegio de aseverar que ella existe,
comparo
el milagroso prestigio de la luz
con la torrencial nocturnidad de su mirada.
Percatándome de lo perfecto:
Sumergiéndome en ella
develo su voz inédita
penetro en sus ecos
penetro en su inocencia.
Asumiendo una fe melancólica
y amparando la obsesión de un profano…
Defender la finalidad promisoria que nos une:
amar lo inesperado de cada uno
esperándonos a cada instante
amarnos con impostergable lascivia
amarnos levemente
levemente
levemente.

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