CROQUIS DE ANÉCDOTAS 2

CONVIVENCIA CLANDESTINA

El destrozo era mínimo, solo del tamaño del impacto .Luego de observar por un instante la ventana ,los fragmentos de vidrios , una de sus piedras de colección y dos libros, todo esto dispersos sobre los mosaicos de granito , no lo extrañaron .Sereno al alzar los libros pensó : “Siquiera los habrá leído (al menos no se deshojaron) ¿Otra vez el fastidio? ( No voy a decir que fue un disparate innecesario , pero hay que estar en condiciones para negarse a retractarse) y bueno ,el vidrio es lo de menos ,el hastío la excusa perfecta …¿No lo habrá leído ,che? .”

Una vez adentro, él la encontró en la cocina sentada frente al televisor, y se detuvo un instante a contemplarla .Ella mientras revolvía su pocillo, parecía no prestarle atención al contenido de lo que miraba (un instante antes había dejado de hacer zapping, al optar por mirar un canal extranjero, uno alemán que casi siempre veía.) Estaba concentrada, sí, pero en otra cosa.

Luego de sorber casi por acto reflejo el primer trago de té, aún humeante, bajó el pocillo y tomando la cucharita la miró, (como quien desconfía de lo que no conoce) y se quedo pensando con la mirada perdida.
De repente, girando apenas la cabeza (tal vez se advirtió por instinto) vio que él la estaba observando recostado por el marco de la puerta y al tiempo que se levanto con naturalidad distendida a abrazarlo sonriente diciéndole: “¡hola amor…estabas pensando asustarme tonto!” Se dispuso a prepararle un té y le comento que su madre había llamado por teléfono invitándolos a cenar .Finalmente y deduciendo que él no le pediría explicación alguna respecto a lo sucedido , le pregunto con cierta ironía : ¿Y si le proponemos que solo encienda y apague las luces?...¡abrir los grifos ,las hornallas, las puertas de la alacena y hacer levitar los objetos y sobre todo romper los vidrios con ellos no es fácilmente soportable!¿Todavía te causa satisfacción convivir con estos fenómenos interesantes ?

“ Tenés razón lo acepto -dijo él- puede ser que esta osada predilección por el misterio y esta prevalescencia mística de la intensidad con que me percato de ello asombrándome con entusiasmo casi ingenuo pero adepto y de una incuestionable fidelidad se me halla ido de las manos. Mi curiosa afinidad hacia la sugestión de la rareza fue demasiado lejos…esta casa fabulosa… a dejado ser interesante”

Y ella, mirándolo y sonriendo con la ternura con la que solo sonríen y miran las enamoradas simplemente dijo: “amor, no es para tanto… ¿nos duchamos juntos?”